domingo, 6 de diciembre de 2009

L´amour en fuite

Estos son tiempos líquidos, así que no cabe esperar que las historias o las relaciones sean consistentes. Todo es líquido. Es lo que nos toca- me decía un amigo el otro día. Y yo por la noche, cuando me metí en la cama, me puse a pensar en ello. El amor también es líquido y está en fuga.

Antes de subir a casa a pasar la noche viendo películas compulsivamente en dospuntocerovisión, habíamos cenado en La tavernetta siciliana. Allí a Cat y a mi nos tratan como a reinas. Supongo que es porque somos fans incondicionales. Están acostumbrados a vernos muy a menudo y a cualquier hora del día. Bajamos a tomar el café de la mañana, a comer o a cenar si no nos quedan provisiones, lo cual nos ocurre bastante seguido, y sobretodo bajamos a última hora de la noche cada vez que nos damos cuenta de que no podemos ver el final de una película si antes no hemos tomado un poco de tiramisú. Por lo que pueda pasar. Y esto también nos ocurre bastante seguido. La tavernetta siciliana hace el mejor tiramisú de Madrid, y ahora que Angelo nos ha contado que al proveedor le robaron en Italia un camión entero lleno de mascarpone cuando venía hacia acá y que puede que tenga que pasar las navidades sin tal estrella en el menú, no sé si nosotras deberíamos plantearnos otras actividades para nuestras veladas. Pero no quiero dispersarme, hablábamos de amor y de líquidos.

En Madrid acaba de empezar el frío de verdad. También la lluvia. Así que las calles están mojadas y resbaladizas, y los bares siguen llenos de gente bebiendo hasta por la mañana. Creo que esto es bastante líquido.


Esta semana un tío se quedó esperándome para cenar mientras yo me quedaba a su vez esperando que otro tio viniera a cenar conmigo. Ignoro si a su vez este tercero se quedó esperando a un cuarto personaje. Traté de imaginarnos a los tres pasando la noche solos, de cualquier manera y lidiando cada uno con su decepción. Y eso me recordó a una leyenda que alguien me había contado una vez sobre el rodaje de la película Gigante. Al parecer, dicho rodaje se convirtió en el escenario de una tragicomedia romántica. Hubo mucho amor pero siempre desorientado. James Dean cayó rendido ante los indiscutibles encantos de Liz Taylor, Liz Taylor se sintió terriblemente desdichada porque Rock Hudson no correspondía sus sentimientos, y Rock Hudson no podía corresponderla porque no pudo sustraerse al magnetismo de Jimmy Dean. Tres personas enamoradas y tres corazones rotos persiguiéndose sin éxito como un perro a su propia cola.


No tengo ni idea de cual es la cualidad que define a los tiempos en los que vivimos, no sé sin son tiempos sólidos, líquidos o gaseosos. Tampoco si el amor es una ilusión o puede ser algo muy real. Lo que si creo es que la imagen de esa leyenda seguramente falsa de la tragedia romántica de Gigante define bastante bien lo que se vive por mis alrededores. Y no sé como se puede cambiar esa imagen, o la lente con la que se mira. Pero como para la vida no me siento atraída por el estilo meláncolico de Frederic Moureau, en lugar de revisarme la del maestro Flaubert, este puente me voy a dar una vuelta por la educación sentimental un poco más callejera, caradura y liviana de Antoine Doinel. Cuatrocientos golpes no fueron suficientes para quitarle las ganas del amor a los veinte, de robar muchos besos, de hasta probar el estatus matrimonial más tarde y de seguir siempre persiguiendo el amor. No está nada mal.

Aunque molaría que alguna vez se dejase atrapar ¿no?



Referencias interesantes:
- La tavernetta siciliana. Alonso Martínez. ( Busiati con ragú!!! Montepulciano y, claro, tiramisú ) Cierra domingos por la noche.
- Cuatro largos y un corto archiconocidos de Truffaut: Los 400 golpes, El amor a los veinte, Besos robados, Domicilio conyugal y El amor en fuga.
- La educación sentimental. Flaubert ( para los que todavía sean muy jóvenes, los que estén interesados en los ejercicios de estilo o les vaya el rollo de la melancolía y/o la indolencia)

5 comentarios:

  1. para rematar: "I hired a contract killer" de Aki Kaurismäki y Jean Pierre Leaud-Doinel como hombre gris sin ganas de vivir

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  2. Aserto me encanta encontrar tus cpmentarios aqui. Por cierto, qué pasa con tus blogs que no me dejan entrar ultimamente?

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  3. ya tienes libre acceso...

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  4. hey, ya veo que compartimos la misma pasión por doinel..

    de lo mejor de mi educación cinéfila, of course.

    si te apetece enviarnos algo para hankover, textos breves de cine, poesía, ensayo, música, etc etc, serán bien recibidos.

    de momento, linkeo tu blog a nuestros vínculos recomendados.

    salud from hell

    vicentevinalia@hotmail.com

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  5. Hey Vinalia! Gracias por pasarte, y por la oferta! Soy asidua de Hankover! Gracias por el link, y encantadísima de subirme a esta tripulación! Tendrás noticias mias!!

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