martes, 29 de diciembre de 2009

The Tallest Man on Earth

Un amigo me habló de él hace un tiempo y ahora no puedo parar de escucharlo. Este es un pequeñito-concierto-regalo-de navidad. Me encanta la producción. Tan sencilla y de buen gusto. Con esas estanterías de madera al fondo, con libros y cd´s apilados, los carteles y el botellín de cerveza. También su supercool outlook. Aunque lo importante es, sin duda, su hipnótica voz y sus preciosas canciones.

Enjoy it!

viernes, 25 de diciembre de 2009

Boys don´t cry


¿Qué esta pasando? ¿En qué momento el mundo se volvió del revés y los papeles se intercambiaron? Termina la primera década del S.XXI y yo tengo una tremenda confusión en una cuestión tan básica como los géneros y sus distintos sexos. No sé qué se supone exactamente qué es una mujer o qué es un hombre, ni lo que implica lo uno o lo otro. Del amor ni hablamos.

Termino el año e ingreso en el próximo con un nuevo estado civil: soltería mental. El final del otoño barrió las hojas de mi calle y los restos de mi última historia de amor. Y he de decir que estoy muy orgullosa de que todo fue muy civilizado, aunque justamente fue de eso de lo que se me acusó. “You are the coolest person getting mad I´ve ever known”. Hasta donde me han enseñado mis mayores el respeto por el otro, la discreción y tratar de mantener la calma en los momentos críticos eran cualidades positivas a trabajar y adquirir. De natural soy bastante impetuosa, entusiasta, me atrevería a decir que ardiente, e incluso desenfrenada, lo que no considero una virtud. Pero quizá haya estado trabajando demasiado en reconstruirme y ahora dudo si no me habré ido al otro extremo. El fin del romance tuvo como colofón una larga conversación llena de sinceridad. Me gustó tener esa conversación. Tuve sentimientos profundos y creo que hermosos durante la hora y media que duró. Y era curioso porque claramente era una The-End-Conversation pero yo me sentí más cerca del otro que nunca. Le comprendía, le quería y hasta deseaba ayudarle. Esto último era bastante raro porque no me estaba diciendo nada bueno. Básicamente me estaba diciendo que no podía volver a verme y que había otra chica mucho más apasionada que yo que bebía los vientos por él y por la que iba a apostar. “You need to talk more” me decía “say what you think and what you feel”. “You never say anything and I´ve been always asking you”. Vaya. Yo que me creo una experta en palabras y ahora resulta que no me expreso bien. A esto hay que añadir que no soy una chica normal porque en lugar de poner límites intenté respetar la libertad del otro. Con lo que eso cuesta. Porque mira que jode llegar a la conclusión de que es justo respetar la libertad del otro. Y dijo algo más. “ Don´t take it personal, but I never really liked Bob Dylan”.Esto sí lo encontré realmente grave. Abre una falla entre nosotros difícil de colmar.Total, que como había intentado controlar mis momentos de bajón, mis dudas, mi inseguridad, mis ataques de celos y por el contrario apoyarle en sus decisiones aunque eso implicara que tuviera que marcharse al otro extremo del planeta ( no es una metáfora, es literal) y esperarle pacientemente, eso sí, entretenida con lo mío, pues resulta que soy fría, nada expresiva, poco apasionada y que despisto y enfrío al otro. “Aren´t you confusing being passionate with having terrible manners or being out of one´s mind? “quise preguntarle pero no me atreví. A ver si va a ser verdad que no hablo suficiente. La cuestión es que todo el rato tenía una sensación extraña. No era yo quien intentaba dejar la historia y sin embargo era la que estaba consolando al otro. “Are you ok?” le preguntaba intentando calmarle y que se relajara cuando estalló en lágrimas. ¿No debería ser yo la que estuviera llorando? me pregunté. Al fín y al cabo yo no quería que nuestra amistad terminase y además YO SOY UNA CHICA! Y son las chicas las que lloran, ¿no?! Pero en esta conversación el mundo tal y como me lo enseñaron se volvió del revés y yo me vi a mi misma en una conversación de ruptura como si fuera Robert Smith hablando en su canción. Porque todo el mundo lo sabe, ¡los chicos no lloran! Ah! Pero si yo no soy un chico…Uff!!! Qué confuso es todo esto!


lunes, 14 de diciembre de 2009

El discreto encanto de la burguesía

La vida puede parecer a veces una obra de teatro, el montaje de un drama operístico y también, como no, una soap opera. Este fin de semana los ánimos a mi alrededor han estado un poco como la piel quemada por el sol, como los labios con una pupa de fiebre, como las ideas preconcebidas. Cualquier amago de movimiento y saltas al mínimo roce. Para clausurarlo hemos elegido Tetro. Un poco más de ópera. De corte italiano, con emociones excedidas y cuestión familiar. He de decir que durante los primeros cuarenta y cinco minutos de la película Cat y yo hemos estado totalmente confundidas, mirándonos perplejas la una a la otra y preguntándonos cómo era posible que Coppola pudiera hacer algo tan malo, pero afortunadamente hemos despertado repentinamente y hemos conseguido entrar en la historia. A partir de entonces ha sido un puro deleite. Tras un fin de semana "raro", Coppola y su Obra Total han conseguido devolvernos la sonrisa antes de irnos a la cama.


El sábado por la noche salí a cenar con un grupo de amigos. La primera contrariedad fué intentar hacer una reserva con apenas una hora de anticipación en Madrid ,en fin de semana y en vísperas de navidad. Aquí empieza el pequeño drama. Cómo fastidia no tener mesa un sábado por la noche,¿ no es una verdadera tragedia? Por la cara de alguno de mis amigos parecía como si auténticamente lo fuera. Afortunadamente conseguimos hacernos con un hueco a las 11:45 de la noche en El Bar Tomate.

Pase privado para cinco de El discreto encanto de la burguesía en los alrededores de Alonso Martínez.


 No llevo pareja a la cena porque mi opción a) (una
amiga) está desaparecida y la opción b) (llevar a alguno de los tíos con los que me estoy relacionando últimamente) no es viable. Precioso el restaurante, muy buena la comida, fantástico el servicio, nada caro. Cerca de nosotros cuatro chicas en una mesa redonda con cuatro ejemplos distintos a cual más stylish de lo que Carolina Herrera considera un must en cualquier armario: la camisa blanca. La exministra Pilar del Castillo cenando con Miguel Palacio un poco más allá. Curiosa combinación. Un chica preciosa con el pelo largo y rizado que se parece a Giannina Faccio y que cena con su novio me captura la mirada y ante mi descarada observación acaba por sonreirme. Hablamos de Saramago, de Jack London y de Michael Stipe. De la última película de Sam Mendes, de la exposición del Thyssen y del circo de la política. Si me dejo llevar por la melancolía voy a desear coger una guitarra y gritar como Anais: Odio a las parejas que me hacen recordar que estoy sola!!!



Pero el despliegue de desencuentros y  frustación contenida se hace tan presente delante de mis narices que decido poner en cuarentena mi canción. “No estoy suficientemente valorado” “ No tengo suficiente dinero” “ No recibo el amor que espero” “ No estoy para tonterías” “ Necesito a alguien fuerte a mi lado” “ ¿ Por qué no me estás mirando a mi?”. Frases encerradas en bocadillos imaginarios empiezan a sobrevolar por encima de nuestra mesa y yo no sé si irme a bailar y agotar la noche a la desesperada o irme a dormir y dejar que se acabe el día y que venga otro después.

El domingo por la mañana la amiga desaparecida entra en escena. Es mediodía y aun estoy en la cama. No puedo dormir pero tampoco me apetece levantarme. Remoloneo a medialuz escuchando a The Clientele cuando mi amiga me llama y me pregunta “ ¿Estabas durmiendo? “ “ No” le contesto. “¿Desayunamos en el HD?”.



 Me cito con ella y con su hermana en media hora, así que salto de la cama, me meto en un taxi y las encuentro sentadas justamente en los sillones que aparecen en la fotografía. Zumo, café y combo con huevo. Una peli insulsa en la pantalla. Señores y señoras mayores, algunos modernos y tres chicas solas sentadas en el mismo sofá. Mi amiga ha pasado las últimas 24 horas luchando violentamente con su insatisfacción a golpe de tequila. Por eso no pudo presentarse a la cena. No habría estado bien sentarse a la mesa en ese estado. De hecho confiesa que ni siquiera podría haberse mantenido sentada. “Mi miedo es que ésto vaya a peor con el tiempo”, “ Intenta centrarte en los detalles” le dice su hermana " Y disfruta de ellos" “ ¿Entonces la vida era esto?” se pregunta mi amiga. Más frases, esta vez en abierto, sobrevolando por encima de nuestras cabezas.

Después del brunch bajamos hasta Alberto Aguilera y nos encaminamos hacia Bilbao, pero la mañana no está para pasear. El frio te corta la cara y las ganas, así que después de un levísimo vagabundeo por Malasaña me vuelvo a casa y me encuentro con que la siempre sonriente Cat se ha contagiado del espíritu dramático del fín de semana y está de mal humor. Porque sí, porque hay días que son así, como una radiografía, como una sesión de diván, como si nos subieran subido a todos a unas tablas y nos hubieran ordenado actuar.

Y como el azar es lo menos casual de nuestras vidas ( porque lo dice Cortázar y yo siempre me lo ando repitiendo) pues hemos ido a Diurno para sacar “Un beso a media noche” y clausurar el domingo por la noche, pero elegimos “Tetro”. Porque algunos días son así, como el trailer de una opera, y la vida puede parecer a veces una ópera o la representación de un juego caprichoso y Tetro es todo eso.

Han hecho falta 45 minutos de metraje y de total desorientación para que Cat caiga en la cuenta y exclame " Mais ca c´est une opera!" y entonces yo también he caido en la cuenta y me he acordado de cuando estudiaba al maestro Fubini y de ETA Hoffman y de Wagner. "Pues claro!" le he dicho a Cat " Esta es la Obra Total de Coppola" y nos hemos puesto a "investigar profundamente" en Google y en Youtube, lo que nos ha llevado a Nappa Valley y a aprender un montón sobre el Maestro que se considera Eterno Estudiante.

Una historia así no se cuenta así por accidente. Nos hemos quedado tan impresionadas que nos vamos a la cama con nuestras pequeñitas inquietudes un satisfechas y el espíritu más calmado. Aquí no hay frases cortas ni bocadillos imaginarios. Estas dos chicas tan graciosas se entretienen con intensos debates sobre muebles, ropa, historia de las ideas estéticas e interioridades de la familia Gainsbourg. Tetro es realmente una gran obra. Creo que le voy a dedicar un post exclusivo.

Bonne nuit!

Nota: Referencias interesantes.

1.- Bar El Tomate
2.- Cafetería HD
3.- Todo Coppola
4.- Los cuentos de ETA Hoffman, y por último, y lo mejor,
5.- Historia de las ideas estéticas de Enrico Fubini

domingo, 6 de diciembre de 2009

L´amour en fuite

Estos son tiempos líquidos, así que no cabe esperar que las historias o las relaciones sean consistentes. Todo es líquido. Es lo que nos toca- me decía un amigo el otro día. Y yo por la noche, cuando me metí en la cama, me puse a pensar en ello. El amor también es líquido y está en fuga.

Antes de subir a casa a pasar la noche viendo películas compulsivamente en dospuntocerovisión, habíamos cenado en La tavernetta siciliana. Allí a Cat y a mi nos tratan como a reinas. Supongo que es porque somos fans incondicionales. Están acostumbrados a vernos muy a menudo y a cualquier hora del día. Bajamos a tomar el café de la mañana, a comer o a cenar si no nos quedan provisiones, lo cual nos ocurre bastante seguido, y sobretodo bajamos a última hora de la noche cada vez que nos damos cuenta de que no podemos ver el final de una película si antes no hemos tomado un poco de tiramisú. Por lo que pueda pasar. Y esto también nos ocurre bastante seguido. La tavernetta siciliana hace el mejor tiramisú de Madrid, y ahora que Angelo nos ha contado que al proveedor le robaron en Italia un camión entero lleno de mascarpone cuando venía hacia acá y que puede que tenga que pasar las navidades sin tal estrella en el menú, no sé si nosotras deberíamos plantearnos otras actividades para nuestras veladas. Pero no quiero dispersarme, hablábamos de amor y de líquidos.

En Madrid acaba de empezar el frío de verdad. También la lluvia. Así que las calles están mojadas y resbaladizas, y los bares siguen llenos de gente bebiendo hasta por la mañana. Creo que esto es bastante líquido.


Esta semana un tío se quedó esperándome para cenar mientras yo me quedaba a su vez esperando que otro tio viniera a cenar conmigo. Ignoro si a su vez este tercero se quedó esperando a un cuarto personaje. Traté de imaginarnos a los tres pasando la noche solos, de cualquier manera y lidiando cada uno con su decepción. Y eso me recordó a una leyenda que alguien me había contado una vez sobre el rodaje de la película Gigante. Al parecer, dicho rodaje se convirtió en el escenario de una tragicomedia romántica. Hubo mucho amor pero siempre desorientado. James Dean cayó rendido ante los indiscutibles encantos de Liz Taylor, Liz Taylor se sintió terriblemente desdichada porque Rock Hudson no correspondía sus sentimientos, y Rock Hudson no podía corresponderla porque no pudo sustraerse al magnetismo de Jimmy Dean. Tres personas enamoradas y tres corazones rotos persiguiéndose sin éxito como un perro a su propia cola.


No tengo ni idea de cual es la cualidad que define a los tiempos en los que vivimos, no sé sin son tiempos sólidos, líquidos o gaseosos. Tampoco si el amor es una ilusión o puede ser algo muy real. Lo que si creo es que la imagen de esa leyenda seguramente falsa de la tragedia romántica de Gigante define bastante bien lo que se vive por mis alrededores. Y no sé como se puede cambiar esa imagen, o la lente con la que se mira. Pero como para la vida no me siento atraída por el estilo meláncolico de Frederic Moureau, en lugar de revisarme la del maestro Flaubert, este puente me voy a dar una vuelta por la educación sentimental un poco más callejera, caradura y liviana de Antoine Doinel. Cuatrocientos golpes no fueron suficientes para quitarle las ganas del amor a los veinte, de robar muchos besos, de hasta probar el estatus matrimonial más tarde y de seguir siempre persiguiendo el amor. No está nada mal.

Aunque molaría que alguna vez se dejase atrapar ¿no?



Referencias interesantes:
- La tavernetta siciliana. Alonso Martínez. ( Busiati con ragú!!! Montepulciano y, claro, tiramisú ) Cierra domingos por la noche.
- Cuatro largos y un corto archiconocidos de Truffaut: Los 400 golpes, El amor a los veinte, Besos robados, Domicilio conyugal y El amor en fuga.
- La educación sentimental. Flaubert ( para los que todavía sean muy jóvenes, los que estén interesados en los ejercicios de estilo o les vaya el rollo de la melancolía y/o la indolencia)